jueves, 11 de noviembre de 2010

Lo Importante, Parte II

Pensé que tenía que hacer una segunda entrada sobre el artículo de Caparrós, porque claramente, para mí se dividía en dos partes. Una: su visión sobre el tema del impacto de la muerte de NK, la región en la que vivimos, y lo que a su juicio era importante. La segunda, referida específicamente al tema que el considera "importante", que es el del desarrollo de la web. tema del que obviamente no conoce tanto como quiere hacer creer. Solo puede, el pobrecito, causar pena a aquellos que llevamos algún tiempo navegando en el ciberespacio.

Lo que más bronca me dio de la nota de Caparrós fue ese parrafito que cité en la entrada anterior. El resto fue MUY gracioso, debo decir. El parrafito termina con “Mientras tanto, en el mundo, pasan cosas.”  Y Caparrós nos sacude el proverbial dedo de maestro ciruela, recriminándonos que no prestamos atención a lo importante. En vez de mirarnos el ombligo de esta región periférica y llorar a un político muerto ¡¡¡¡hace dos semanas!!!! o hablar de un genocida, lo importante nos pasó por al lado y no nos dimos cuenta.
¿Y qué es lo importante? ¡Pues la ciberguerra, por supuesto, estúpido! ¿Qué más?
Y el tipo se despacha hablándonos de cómo el ciberespacio ha ido mutando, que en el Pentágono ya existe el USCybercom. Y el tipo se asombra de que “la mayor potencia del mundo creó su Cyber Command para ocupar el nuevo espacio de la guerra: Internet. Que tiene, además, la calidad de ser el primero creado por el hombre, un puro invento cultural: el salto es asombroso.”
Caparrós, lo que es asombroso es que alguien que se supone un intelectual, haya vivido tanto tiempo en un tupper. El famoso “cibercomando” no es una acción “ofensiva” de EEUU. Es una acción defensiva. Es una respuesta a ataques que desde hace AÑOS viene sufriendo tanto el Pentágono como empresas, proveedores, grandes portales de Internet. Hasta Akamai net, que es, básicamente la compañía que distribuye casi TODO el contenido que flota en el ciber espacio. Son los que permiten que el contenido de las paginas, como video, redes sociales, etc, se muevan y se muevan rápido. Son los “plomeros” de la red. Y tienen pequeños clientes como Apple, Yahoo, o el Pentágono. Con todo lo que ello supone incluida la seguridad, redes de backup para no perder datos, mirrors para que los sitios y portales se mantengan activos, etc., etc. Sin embargo, ni siquiera Akamai se salvó. Y hace unos años atrás, recuerdo vívidamente, que grandes portales y miles de sitios estuvieron caídos por más de 24 hs gracias a un ataque masivo contra Akamai. el DDOS (Distributed Denial Of Service) es un arma muy común. Y hay otros tipos de ataques.
Los hackers de China y USA (miles de cada lado) hace unos años también, estuvieron enfrascados en ciberguerras hace un par de años atrás. También en Medio Oriente, durante algunos de los ataques de Israel sobre Palestina o El Líbano. Estonia, Georgia fueron escenarios de guerras libradas en el ciberespacio.
Hay documentos sobre este tipo de ataques desde 1995. Y desde el 2002/2003 han ido in crescendo, tanto en número como en fuerza.  No es el hacker solitario de las pelis, son ejércitos de pibes, contra ejércitos de pibes. A veces como jodita, o como negocio. A veces, como esfuerzo patriótico. Los ataques de hackers chinos contra USA fueron en un pico de tensión política. Lo mismo los de los hackers árabes sobre Israel, y de los hackers israelíes sobre objetivos árabes.
Lo que EEUU esta haciendo es aprovechar parte de la materia prima que hace años que está ahí dando vueltas. No inventó nada. Y tengamos en cuenta que mientras puede tener a una parte trabajando para “el sistema”, hay una enorme masa latente que no esta interesada precisamente en eso mismo.
Parece que el Sr. Caparrós se inventa historias o teorías, porque es un pobre gil ignorante, que de tanto mirarse el ombligo, y solo encontrarse pelusa, sin intentar ver si podía trascender hacia algo más interesante, se quedó ensimismado con su propio saber. El era el alfa y el omega del conocimiento local, y el decodificador, parece, del que viene de afuera. Parece ser que el Sr. Caparrós ignoraba todo esto, que los que llevamos nuestros años en internet conocemos bien. Y esta tan centrado en sí mismo que piensa que lo necesitamos a él para que nos de la voz de alerta.
El Sr. Caparrós nos alerta: “Internet hizo más por achicar el mundo que ninguna otra tecnología desde la rueda. Ahora el tercio más rico de los hombres vive cada vez más en ese espacio virtual donde la geografía se va desvaneciendo. Yo leo los diarios de Madrid o de Lusaka desde mi cama o coordino mi trabajo en México desde mi escritorio o veo jugar —¿jugar?— a Boca desde Kampala, y hay quienes producen música o películas o chismes que sólo estarán en ese espacio y la pelea política lo ha vuelto su escenario y un financista de Wisconsin o Singapur especula con la misma facilidad y la misma herramienta en Nueva York o en Shanghái: sólo tiene que entregar a cambio horas de sueño. El ciberespacio se ha constituido como un lugar de comunicación, de negocios, de amores, de vanidad y de poder; era lógico que fuera, también, el próximo lugar para la guerra.

Pero no lo sabíamos. Al principio supusimos que Internet, como todo mundo nuevo —como América cuando llegaron los primeros blancos e imaginaron que allí realizarían sus utopías— podría ser un espacio libre, igualitario: subestimamos, una vez más, nuestra capacidad para convertir casi todo en basura. El cibercomercio creció y se encargó de producir ciberdelito, y el segurismo se apoderó también de ese lugar que no existía: la red se volvió cada vez más controlada, vigilada por los señores que dicen que nos van a librar de todo mal. Ahora la industria de la seguridad virtual mueve unos 80.000 millones de dólares al año, y crece la idea de que la única solución para vivir tranquilo en Internet es crear una nueva red cerrada —una especie de Internet-country— donde el aumento del control social nos daría la famosa seguridad. Entonces Internet tal como lo conocemos quedaría como la villa miseria del mundo virtual: un lugar donde andar cuidándose de esos negros de mierda. Cuando se empiece a hacer en serio, la historia de la Web —tan breve, tan documentada— será un modo de entender procesos que en nuestras culturas tardaron milenios y nadie registró.”
¿Quién no sabía? Nunca navegué la web sin firewall. Hace doce años que soy internauta. Cuando comencé a navegar con un viejo modem telefónico, de esos que hacían un ruidito estridente para conectarse, ya sabía de virus, hackeos, etc.  El primer ataque masivo, lanzado contra Register.com fue en 2001. Estonia fue sometida por hackers rusos (ciudadanos privados, no parte de ningún comando militar)a un ciber-sitio virtual en 2007. Hackers chinos hicieron “caer” sitios yanquis en 2008. Los servicios públicos en Corea fueron afectados en 2007. El ataque a Akamai fue en 2004. ¿Y? ¿Dónde están los ciber-countries?
Caparrós no debe conocer mucho de la red, si cree que es posible crearlos, y que además, es posible controlar la red.  A la red no la controla NADIE. Por más que quieran. Es verdaderamente un espacio democrático, o anarquico, si se quiere. Pero todos somos iguales, eso sí. Y siempre va a haber un grupo que no va a permitir el control de los controladores. Es una realidad. y el sr. Caparrós debería dejar de hablar de cosas que desconoce. Estos comentarios, este "descubrir la polvora" , lo “deschavan”. Hasta podría llamarselo un n00b, si se quiere.
Ahora, con la creación, forzada por los hechos (visinten los enlaces para más data), de este cibercomando en el pentágono, Caparrós se desayuna de la posibilidad de una guerra en internet. Un poco tarde, ¿no? y nos dice, nos alerta que nosotros, habitantes de una región periférica, porque nos miramos (nosotros) el ombligo, llorando a un político muerto hace dos semanas, no nos enteramos de lo importante, que es esto. La posibilidad de la ciberguerra. Es tan patético este Sr. Caparrós. Pîensa que porque él ignoraba esto, nosotros lo ignorábamos también. Lo que es la vida, Sr. Caparrós, mire, los que llevamos años como internautas conocemos de phishing, hacking, y ciberterrorismo/ciber guerras.  Pero bueno, a ud parece que la pelusa de su ombligo lo embelesó demasiado. No piense, que todos somos iguales, sr. Caparrós.
Llega al colmo del absurdo al hablar del reciente ataque a una central nuclear iraní. “Y sus medios nos cuentan los peligros: hace un par de meses un virus muy sofisticado, el Stuxnet, se infiltró en una central nuclear iraní —y algunos dicen que podría haberla volado—.”
El Sr. Caparrós deja implícito que el virus se infiltró vía internet. La verdad de la milanesa es que se infiltró mediante el uso de un pen-drive contaminado. Es decir, un sabotaje al viejo estilo, solo que en vez de aflojar un tornillo, o dejar abierta una compuerta, alguien, infiltrado, introdujo MANUALMENTE el virus al sistema que controla la central. La información que leí no dice, bajo ningún concepto, que la central hubiese volado, así que lo atribuyo a la exageración de la historia, para crear la moraleja deseada en nosotros.
Y posiblemente caparrós ignore que durante los disturbios tras las últimas elecciones, los saboteadores locales y "amantes de la libertad" en occidente llamaron explicitamente al público a realizar ciberataques contra Irán.
Parte o no de la ciberguerra de la que Caparrós nos habla, el punto sigue siendo que este señor hace rato que perdió contacto con la realidad.  Nos dice que dejemos de llorar aun líder de una región que ha entrado en un cambio profundo, gracias a él y a otros líderes similares, para que nos enfoquemos en lo “importante”. Lo importante, que no solo son noticias viejas, si no que encima, ni siquiera tiene la gracia de citar correctamente.
En otras palabras, Caparrós, te molesta mucho, tanto, que la gente no mire para el lado que vos querés, que tratás de inventar “lo importante”. No porque es importante para vos. Dado tu obvio nivel de ignorancia sobre el punto, o se convirtió en el tema de moda en tu círculo, o buscaste algo “sofisticado” que pensás que “la negrada” desconoce, para ver si nos podés volver a “guiar”. A ser un “ícono de luz”, y que de una santa vez no dejemos de joder con ese desprolijo  pingüino que te roba protagonismo. A vos, icono supremo del progresismo vernáculo.
Caparrós, para vos el mundo se acabó con tu obra cumbre. De ahí en más,¿ para que avanzar? Ahora te das cuenta de que quizás la cosa siguió avanzando, y queres hacer un curso acelerado de modernización. Tarde piaste, Caparrós. El mundo, el ciberespacio, y el mundo “real” te pasaron por encima hace ratazo. No nos cuentes como importantes novedades el equivalente a las noticias del siglo pasado. Chau, Caparrós. Y que te garuem finitum est, Caparrós.
Preguntale a Grondona que quise decir. A lo mejor, entre charlas filosóficas sobre el sentir de las juventudes hitlerianas y la era dorada de la República de Weimar,  Marianito te puede traducir. (no garantizo, pero como ambos están acostumbrados a guitarrear de lo lindo, capaz que el Doctor amante del latín se anima, ¿viste?)
Nota: Marianito nos contaba sobre la idílica república de Weimar, que fue una época dorada para Alemania (según él) , pero bajo la cual Hitler junto a un grupo de fanáticos exaltados. Unos pocos fanáticos, dijo. Bah, unos pocos MILLONES dce fanáticos serían, pero para que vamos a entrar en detalles, no? Solo quería comentar que La dicha república no fue en absoluto “idílica” y mucho menos, una época dorada, excepto para ciertos grupos de intelectuales. Sucedieron hechos como  la primera hiperinflación de la historia, la ocupación por parte de las potencias extranjeras de su cuenca minera e industrial (porque Alemania defaulteó su “indemnización de guerra”) , quienes ante las protestas pasivas y huelgas de los habitantes empezaron a matarlos, levantamientos sangrientos de extremistas varios, etc, etc.  Los llamado años dorados (1923 a 1929) fueron años de revolución cultural, más que nada, y una “americanización” de la sociedad,  no demasiado bien vista por el grueso de la población, de ahí el surgimiento del nazismo.

2 comentarios:

  1. Isabel, un gusto pasar a conocer tu blog. Me resultó sumamente interesante la información que brindás, dado que la desconocía en foma absoluta y soy de las "nuevas" en el ciberespacio. La verdad que desnudás la ignorancia de Caparrós con una batería inapelable de información. Ojalá él pudiera leer esto. Me encantaría. Creo que tenés razón en que está buscando la manera de salir con algo novedoso y esta vez le salió mal. Por eso digo que sería bueno que esto saliera en algún diario. Para que todos los puedan leer. Gracias por el post. Un abrazo.

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  2. Hola, Gabriela, y bienvenida!! Me alegra verte por acá. :) Me alegra tambien que el post te parezca que aporta algo, gracias! La verdad es que leyendo lo que escribió, saltó tan evidente aquello de "ya no saben que decir y/o inventar" que sentí la necesidad de contestar. Es evidente que este movimiento molesta. Y también desconcierta. Y justamente porque no saben que decir, caen en el ridículo. Por derecha o por izquierda. Por derecha con lo de las juventudes hitlerianas, tratando de apelar a fantasmas conocidos, viejos miedos. Por izquierda, apelando a lo "nuevo". Lo que pasa es que en el ciberespacio, lo nuevo de ayer ya quedó obsoleto hoy, y estos pseudoprogres no pueden todavía entender ni el ritmo ni los códigos. Ni pueden adaptarse tampoco, aunque aparentemente no se resignan... Pero bueno, lo bueno de la red es justamente que desnuda fatalmente las pretensiones de los pretenciosos. Como Caparrós. Nadie nace sabiendo, y todos los días aprendemos cosas. No tengo problemas en admitir mi propia ignorancia y aprender, e intercambiar conocimientos, si tengo algo para ofrecer. Pero me REVIENTAN los tipos como este creído, que subidos a cierto pasado status, se creen que pueden engañar y hacer como que saben, de cosas de las que no tienen ni la más pálida. Parece ser una de las enfermedades de hoy, la de los opinadores profesionales, que saben de todo un poco, pero en realidad, nada de nada. Y con ese poco de todo y nada de nada, "empaquetan" a un buen número de personas. Porque suenan lindos, profesionales, o que se yo. Como trató de hacer caparrós, bah...

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